
Sobre Mí
Aunque he viajado varias veces a la India por trabajo y como turista, mi pasión por el yoga comenzó lejos del país de los yoguis. Durante 15 años viví y viajé por varios países, y fue en una de mis estancias prolongadas en Londres cuando empecé a practicarlo. En ese momento, me resultaba difícil encontrar tiempo para ir a clase regularmente; mis jornadas laborales eran largas y priorizaba otras actividades como patinar por la ciudad o nadar. Fue al regresar a España, cuando finalmente le di continuidad y empecé a ser consciente del impacto positivo que el yoga tenía en mi día a día.
Te confesaré que al principio me acerqué a esta disciplina por sus beneficios físicos. Por aquella época iba a un rocódromo entre semana y escalaba en roca los fines de semana. Buscaba una actividad física que complementase la explosividad de la escalada y que además me ayudara a compensar la cantidad de horas que pasaba sentada en el trabajo. Quería estirar, ganar movilidad, mejorar algunas molestias en la espalda y de paso aprender a respirar.
Sin embargo, además de ganar flexibilidad y fortaleza a nivel físico, también las desarrollé a nivel mental. Y fue justamente esto lo que realmente me enganchó. Practicar yoga me ayudaba a gestionar mi día dentro y fuera del trabajo: era menos reactiva a lo que me ocurría, podía relativizar y tenía más capacidad de parar el run run mental.
Al principio, mi formación en yoga integral tenía como intención profundizar en esta práctica milenaria que tantos beneficios me estaba proporcionando, más que ejercer como profesora. Mi curiosidad y mi afán por entender la esencia de las cosas, me llevó a querer descubrir las enseñanzas y la filosofía que dan sustento al yoga. Es sólo al final, después de tres años, cuando decido que quiero compartir lo aprendido con otras personas.
Tras esa primera formación, me orienté a estudiar anatomía para profundizar en el conocimiento del cuerpo humano. Siempre he pensado que, pese a que las y los profesionales del yoga no somos considerados profesionales de la salud, es imprescindible tener un buen conocimiento de cómo funciona nuestro cuerpo y sobre todo, de cómo ajustar y adaptar la práctica física a la diversidad de personas que acuden a clase.
A esta formación, le sigue la de yoga terapéutico en la escuela Pranamanas en Barcelona: dos años apasionantes que me permitieron satisfacer la necesidad de dar más espacio a la individualidad de cada persona. Accedí a un conocimiento más detallado de nuestra anatomía sutil y energética. Sin duda, una herramienta fundamental para poder integrar el estado físico, mental y emocional y trabajar así desde la globalidad. Ser conscientes de qué nos ocurre, nos permite habitar nuestro cuerpo y vivir de una manera más armoniosa y equilibrada.
El yin yoga lo he aprendido de manera autodidacta, estudiando las obras fundamentales de esta práctica, asistiendo a clases y explorando por mi cuenta los efectos de diferentes posturas.
A día de hoy, sigo profundizando en las vastas enseñanzas del yoga, mientras desarrollo y participo en iniciativas que comparten un enfoque común: la promoción de la salud integral. Actualmente, estoy trabajando con una amiga y compañera de camino en un proyecto para ayudar a mujeres de 40+ a que vivan su madurez de una manera más saludable y consciente, además de formarme para ser entrenadora personal.
Me pregunto si hay algo de lo que te he contado con lo que te identificas, que te apetecería descubrir o en lo que te gustaría profundizar…si es así, te animo a que inicies este camino desde el lugar que prefieras: físico, mental o espiritual. Escoge. O simplemente prueba. Estaré encantada de acompañarte.
Formación
- Profesora de Yoga Integral por la Asociación Shiva Shakti (E-RYT500) desde 2013
- Diplomada en AnatomYoga® por Blandine Calais-Germain desde 2017
- Diplomada en Yogaterapia por la escuela Pranamas Yoga desde 2019
- Acreditada por el Gobierno de Aragón en instrucción en yoga en 2022.
Llevo practicando yoga desde 2004. He sido alumna entre otros de José Manuel Vázquez, Blandine Calais-Germain, Víctor Morera, Grazia Suffriti y Kausthub Desikachar.
Antes de ejercer como profesora de yoga y de que el yoga pasase a ser una parte fundamental de mi vida, me licencié en European Business Studies en Reino Unido, me saqué la certificación de Chartered Accountant del Institute of Chartered Accountants of England and Wales y trabajé en puestos de responsabilidad en auditoría, banca y ONG internacionales tanto en España como en el extranjero.







